A Hard Pill to Swallow


Growing up, I suffered from many respiratory infections during the winters, which meant I was forced to swallow a disgusting pink liquid antibiotic. I hated the bitter taste but had no choice because that was the remedy that would eliminate the infection. Similar to that disgusting medication, forgiveness is a hard pill to swallow.

Let's go back to the beginning – Adam and Eve – Their disobedience caused mankind to be introduced with the infection of sin. The treatment to eliminate this infection is the Forgiveness of our sins through the sacrifice of our Lord Jesus Christ. On this occasion, I don't want to focus only on the forgiveness of our sins because it's easy to focus only on the forgiveness of a perfect God. But what about the kind of forgiveness that most of humanity struggles with? Forgiving one another.

 

I find it amazing how many of us have such a hard time letting go of resentment, bitterness, and anger against our brother's transgressions. It's amazing how many of us can hold grudges from the past as we preach about serving a God of love, mercy, and grace. We are so wrapped up in our pride expecting the person who hurt us to suffer just as much or more. That's why I say forgiveness is a hard pill to swallow, but it's a necessary cure. It sounds cliché, but it is true that once we achieve and extend forgiveness, you will feel free from the burdens you carry on your shoulders.

Matthew: 18:26-30 "But the man bowed down before his lord and begged him, 'Please be patient with me, and I will repay you for everything. Then his master took pity on him, released him, and forgave him his debt. "But when the man left the king, he went to see a companion who owed him a few thousand dollars. [d] He grabbed him by the throat and demanded immediate payment. "His fellow servant prostrated himself before him and begged him a little longer. ' Bear with me and I'll repay you," he pleaded. But his creditor didn't want to wait. He had the man arrested and imprisoned until the debt could be paid in full.

 

This man in this parable had no problem accepting forgiveness for his transgressions. However, he demanded that the person who owed him had to pay no matter the circumstances. This is the same way many of us live, but that's not what God tells us in the Bible.

 

Matthew 5:23-24 "So if you are presenting a sacrifice on the altar of the temple, and suddenly you remember that someone has something against you, leave your sacrifice there on the altar. Go and reconcile with that person. Then come and offer your sacrifice to God.

 

What I love about this passage is that it doesn't just apply to the people we hurt. We must be able to put our pride aside and forgive the person who hurt us. If God, being perfect, extended His Love, Mercy and Grace to us by forgiving our transgressions, who are we to not extend the same to our brother? Are we better than God? I think not.

 

Matthew 5:9 Blessed are the peacemakers, for they shall be called the sons of God.

Hebrews 12:14: Pursue peace with all men, and holiness, without which no one will see the Lord.



"If God, being perfect, extended His Love, Mercy and Grace to us by forgiving our transgressions, who are we to not extend the same to our brother?"


Autor: Awilda V

11.24.23

En mi ninez, sufría muchas infecciones respiratorias durante los inviernos, lo que significaba que me obligaban a tragar un repugnante antibiótico líquido rosado. Odiaba el sabor amargo, pero no tenía otra opción porque ese era el remedio que eliminaría la infección. Al igual que ese medicamento repugnante, el perdón es una píldora difícil de tragar.

Vayamos al principio – Adán y Eva – Su desobediencia causó que la humanidad fuera introducida con la infección del pecado. El tratamiento para eliminar esta infección es el Perdón de nuestros pecados a través del sacrificio de nuestro Señor Jesucristo. En esta ocasión, no quiero enfocarme solo en el perdón de nuestros pecados porque es fácil enfocarse solo en el perdón de un Dios perfecto. Pero, ¿qué pasa con el perdón que lucha la mayoría de la humanidad?

Perdonándonos los unos a los otros.

 

Me parece sorprendente cuanto nos cuesta dejar de lado el resentimiento, la amargura y la ira contra las transgresiones de nuestro hermano. Es sorprendente cuántos de nosotros podemos guardar rencor del pasado mientras predicamos acerca de servir a un Dios de amor, misericordia y gracia. Estamos tan envueltos en nuestro orgullo esperando que la persona que nos lastimó sufra igual o más. Por eso digo que el perdón es una píldora difícil de tragar, pero es el remedio necesario. Suena cliché, pero es cierto que una vez que obtengamos y extendamos el perdón, te sentirás libre de las cargas que llevas sobre tus hombros.

Mateo: 18:26-30 "Pero el hombre se postró delante de su señor y le rogó: 'Por favor, ten

paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Entonces su amo se compadeció de él, lo soltó y le perdonó su deuda. "Pero cuando el hombre dejó al rey, fue a ver a un compañero que le debía unos cuantos miles de dólares. [d] Lo agarró por el cuello y le exigió el pago inmediato. "Su consiervo se postró ante él y le rogó un poco más de tiempo. ' Ten paciencia conmigo y te lo pagaré", suplicó. Pero su acreedor no quiso esperar. Hizo arrestar al hombre y lo encarceló hasta que la deuda pudiera pagarse en su totalidad.

 

Este hombre en esta parábola no tuvo ningún problema en aceptar el perdón por sus transgresiones. Pero exigió a la persona que le debía que pagara la deuda sin importer las circunstancias. Esta es la misma forma en que muchos de nosotros vivimos, pero eso no es lo que Dios nos dice en la Biblia.

Mateo 5:23-24 "Así que, si estás presentando un sacrificio en el altar del templo, y de repente te acuerdas de que alguien tiene algo contra ti, deja allí tu sacrificio sobre el altar. Ve y

reconcíliate con esa persona. Entonces ven y ofrece tu sacrificio a Dios.

 

Lo que me encanta de este pasaje es que no solo se aplica a las personas a las que lastimamos. Debemos ser capaces de dejar nuestro orgullo a un lado y perdonar a la persona que nos hizo daño. Si Dios, siendo perfecto, extendió Su Amor, Misericordia y Gracia hacia nosotros perdonando nuestras transgresiones, ¿quiénes somos nosotros, no extendemos lo mismo a nuestro hermano? ¿Somos mejores que Dios? No lo creo.

 

Mateo 5:9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Hebreos 12:14: Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.