Quien es Dios para ti?

Oseas 4:6 - Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento,

 yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

¿Alguna vez te has puesto a pensar en quién es Dios en tu vida? ¿Qué papel desempeña Él en tu vida diaria? ¿Le permites entrar en tu vida solo durante los servicios de la iglesia o lo tienes presente en todo lo que haces? Otra pregunta: ¿Estás sirviendo a Dios porque te han enseñado a servirle? ¿O estás buscando una relación genuina y sincera con Dios? Mientras meditas en tus respuestas a mis preguntas, aprendamos acerca de varios personajes de la Biblia con los que muchos de nosotros podemos identificarnos:

JOB

Job 42:5: De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.

Job fue un hombre justo que se mantuvo firme en las leyes y enseñanzas que aprendio en su niñez.  Creció aprendiendo acerca de Dios, pero nunca tuvo una relación personal e íntima con Dios hasta que tuvo que vivir las dificultades. Alli es cuando pudo llegar a ver a Dios por primera vez como SU Dios y no como el Dios de sus antepasados.

PABLO

1 Cor 13:11-13: Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Hechos 9:1-5: Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

Pablo también era un hombre religioso que pensaba que estaba siguiendo la ley persiguiendo los cristianos. Hasta que un día fue detenido por una luz brillante que lo cegó. A través de esta experiencia, fue confrontado por Jesús, lo que causó en él una transformación completa que cambió su vida. Al igual que Job, Pablo conocía a Dios por lo que escuchó y aprendió acerca de Él. Pero hasta que tuvo que experimentar a Dios en un nivel más personal, fue cuando pudo ser transformado.

SAMUEL

1 Sam 3:10: Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.

Samuel fue criado en el templo bajo la crianza del sacerdocio de Elí. Samuel creció sirviendo en el templo, pero no conocía al Dios al que servía. 

MOISES

Exodus 3:13-15: Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?  Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.  Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová,[a] el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se me recordará por todos los siglos.

Moisés tuvo una experiencia diferente en la que no tuvo la oportunidad de tener una vida de ensenanzas sobre Dios como lo tuvieron Job, Pablo y Samuel. Moisés fue criado por la hija del faraón en Egipto, donde el paganismo fue el orden del dia. Pero eso no impidió que Dios se acercara a Moisés y estableciera una relación personal con él. Cuando Dios se acercó a Moisés, se presentó como el "Gran Yo soy":

De acuerdo al comentario de David Guzik:

 También inherente a la idea detrás del nombre YO SOY es el sentido de que Dios es "el que se hace devenir"; Dios se convierte en lo que falta en nuestro tiempo de necesidad. El nombre YO SOY nos invita a llenar el espacio blanco para satisfacer nuestra necesidad: cuando estamos en la oscuridad, Jesús dice  yo soy la luz; cuando tenemos hambre, dice que yo soy el pan de vida, cuando estamos indefensos, dice que yo soy el Buen Pastor. Dios es el devenir, el llegar a ser lo que necesitamos.

iv. En esto, el nombre de Dios es tanto un anuncio como una introducción. Anuncia la presencia de Dios, e invita a todo aquel interesado a conocerlo por experiencia, a gustar y ver que el Señor es bueno.

Acts 17:24-29: El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,  ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación;  para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos.  Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombre.

Desde el principio de los tiempos, Dios hizo y sigue haciendo esfuerzos interminables para entrar en una relación personal e íntima con la humanidad. Sin embargo, la humanidad ha rechazado y sigue rechazando Su amor. No necesariamente tenemos que experimentar momentos trágicos que cambian la vida para poder crear una relación con Dios. Solo necesitamos poseer el deseo sincero de buscar a Dios con todo nuestro corazón. Mencionado en el pasaje biblico de Oseas 4:6, el pueblo de Israel fue confrontado por Dios porque no importa cuántas veces Dios probara Su amor por ellos, ellos aun reusaron de apartase del pecado y eligiendo rechazar su amor. El amor de Dios por nosotros es tan profundo que, a pesar de tantas veces lo rechazamos o le fallamos, Él continúa desea una relación con nosotros. Permitamos a Dios entrar a nuestras vidas como nuestro Dios personal y no como el Dios aquien hemos aprendido o escuchado por otros.

Salmos 34: 8 - Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.