Sindrome Egocentristico o Avivamiento Cristocentrico?
Gálatas 6:14 - Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
Quizás notaran un estilo diferente en este escrito, pues he sentido el redargüir de nuestro Señor ya por varios días para así redactar sobre un tema extremadamente relevante. Un tema del cual nuestra Generación ha parecido olvidar, del cual nuestros corazones necesitan reflexionar. Amados, hoy les hablo del corazón, pero también del ferviente redargüir del Espíritu el cual nos lleva a reflexionar sobre una Generación que ama al Cristo de la Cruz, pero que evita postrarse ante el Señor del Trono.
Es alarmante como podemos ver una Generación que junto a los avances tecnológicos, los diferentes canales y medios de comunicación por los cuales podemos darnos a conocer y alcanzar diferentes audiencias, no cesa de ser conocida y reconocida entre los hombres. Tenemos una Generación que dice servir al Señor pero en ocasiones, todo lo que hace a través de Dios o en el Nombre de Dios, se utiliza para alcanzar algún tipo de exposición, fama, reconocimiento, donde aun en momentos de ayudar al necesitado, se siente la necesidad de publicar tal acto comunitario. Es alarmante ver cómo la Tecnología y el Humanismo ha impulsado a muchos cristianos a sentir la necesidad de Publicar y Exhibir todo lo que hacemos en Dios. Es de bendición poder compartir las buenas nuevas por estos métodos y llegar a personas desconocidas, de eso no hay duda, la tecnología puede ser de gran bendición, sin embargo, es importante recordar que muchas veces se usa el Nombre de Dios para exaltar el del hombre. Cuántos ministerios hoy día no han abrazado el Egocentrismo, colocando al hombre en el lugar de Dios, pretendiendo expandir Su Agenda, Su Alcance, Su Fama y Prosperidad. Es preocupante ver cuantos Pregoneros (si es que se pueden llamar así) han cambiado el mensaje de la Cruz por el Mensaje de las 30 monedas de Plata, cuantos Misioneros han dejado la Gran Comisión a cambio de Filantropía, cuantos Intercesores han dejado las Oraciones en el Espíritu por Carritos de Compra, cuantos Adoradores han dejado la Adoración en Espíritu y Verdad por Olas de Sensacionalismo, cuantos Líderes no han dejado el Servicio por el Protagonismo, cuantos Pastores han dejado la Vara y el Cayado a cambio de un Salario, cuantas congregaciones no han dejado de cargar la Cruz, por sentarse en un Trono. Nuestra Generación busca hablar tanto de Cristo que han olvidado ser como Él. Oh, amada Generación, que hemos hecho, que le ha pasado a la Novia de Cristo, cual Amante ha robado su corazón?
El Espíritu Santo no solo derrama Su presencia, no sólo ilumina al leer Su Palabra, Él también conoce la condición de Su Pueblo, y la escudriña, produciendo ese redargüir el cual duele, penetra nuestros corazones, pero Su intención no es destruir, es edificar y despertar las manos caídas y rodillas paralizadas. Cuántas son las ocasiones que inconscientemente hemos tomado el lugar de Dios, hemos removido la gloria del cielo, y se la hemos otorgado a la tierra, hemos exaltado al profeta, y olvidado la profecía, cuanto más Iglesia, cuanto más tenemos que vivir para recordar que todo lo hacemos POR Dios, EN Dios, y PARA Dios. Si respiramos, es porque Dios lo permite, si andamos, es porque El da movimiento, si Creemos, es por la Fe que Él deposita, si reímos, es por el Gozo del Senor, el cual es nuestra fortaleza, si aun seguimos de Pie, es porque Su Gracia no nos ha consumido.
No he dejado de pensar en las Palabras de Pablo a Galacia al decir: “lejos esté de mí gloriarme, sino en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo.” Pablo entendia la razon y el centro de Su vida, él entendía el centro de Su Apostolado, la razón de sus viajes misioneros, cada milagro experimentado, cada lágrima derramada, cada sonrisa expresada, él sabía, que Su Salvador era Cristo, pero Su Señor también lo era Cristo. El no vivía pensando en un Trono, sino en una Cruz. Desde el Génesis al Apocalipsis, el mensaje no ha cambiado, todo apuntaba a Cristo, cada Teofanía, milagro, simbolismo, profecía, era conforme y en base a Cristo, pues Él es el protagonista de la Biblia, pero también de nuestras vidas. Hemos sido insertados en un Pacto el cual no merecíamos, El cual un Cordero Inmolado decidió derramar su Sangre para que no tuviéramos que ser consumados. Si la Biblia no cesa de hablar de Cristo, cuanto más la Iglesia no puede cesar de hablar, pensar y vivir en El.
Siento el redargüir del Espíritu al leer el sin número de publicaciones profetizando en sensacionalismo desenfrenado que “algo grande viene para nuestras vidas”, “que nuestro milagro está al alcance de tu mano”, “que el Señor se vengará de tus enemigos”, cientos de videos donde se dice hablar de Dios sin fundamento bíblico, grabaciones musicales donde no se canta de Dios, y mucho menos en dirección a Dios, todo centrado en el hombre, en las emociones, con carencia de uncion, y ausencia de la Cruz. Generación, hoy les comparto el mensaje que Dios ha puesto en mi, no somos grandes hombres, y mucho menos pequeños hombres, somos siervos de Dios, que no viven de trono en trono, sino de tribulacion en tribulacion, de quebrantamiento en quebrantamiento, de prueba en prueba, pero también de Gloria en Gloria. He ahí el secreto que nuestra Generación ha olvidado, la Iglesia no es Egocentrista, Moderna, Entretenida, Variante, la Iglesia es Cristocentrica, con un corazón contristo y humillado, el cual no deja de darle toda la Gloria y Honra a Dios. Si la Iglesia anhela Gloria, tenemos que bajarnos del Trono, y volver a caminar con nuestra Cruz.
Mucho le conviene a nuestra generación, un ayuno de redes sociales, un detox de todo aquello que busca engrandecer al hombre, de todo aquello que juega con nuestra mente y contamina nuestro corazón. Hoy el Espíritu nos invita a escuchar lo que Él dice a la Iglesia, hoy nos invita a meditar en todas las veces que hemos querido ser visto como más de lo que somos, todas las veces que hemos buscado crecer como aquellos hombres en la Torre de Babel, pero también nos lleva a procurar ser como esa Iglesia Primitiva, que no cesaba de orar, de compartir sus bienes, de servir, de predicar, pero sobre todo, de ser como Cristo. La meta de compartir todo esto, no es producir nada más que arrepentimiento genuino, para que así como comenzamos la carrera, podamos terminarla de manera correcta.
Hoy el Espíritu no nos invita a las Alturas, sino a las Profundidades, donde el Hombre puede humillarse y postrarse confiadamente ante el Trono de la Gracia, para así hallar Gracia y Misericordia ante aquel que es bueno para con nosotros. Si Cristo vuelve a ser y permanece como el Centro, entonces veremos milagros, salvación, una Iglesia con Poder y Autoridad, y no con Fama e Influencia.
Nuestra Generación no necesita Motivadores que los sienten en un Trono, sino Mártires que les muestren el Camino hacia la Cruz.
“Nuestra Generación no necesita Motivadores que los sienten en un Trono, sino Mártires que les muestren el Camino hacia la Cruz.”
Autor: Jorge C.
theoreihub@gmail.com
7.12.24