Que hay en nuestras Mesas?
Mateo 21:12 - “Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó.”
Jesús, luego de pasar la noche del domingo en Betania, continuando en Su misión y ministerio, se dirigió hacia el templo en pos de un suceso que provocaría un Sacudir en Su Corazón, pero también en la vida de los allí presentes, y cada lector y oyente de tal narración. Desde ahora quiero enfatizar, es imposible leer tal narración y que la mesa no sea lo único volcado por Cristo, sino también nuestros Corazones. Así como cada persona presente allí, hoy necesitamos que el Maestro llegue hacia nuestros templos, mesas, casas, trabajos, entre otros… y produzca un Sacudir ante una Generación Paralizada y muy Distraída. ¿Cómo podrá una historia tan específica y antigua Sacudir los corazones del Presente? Echemos un vistazo….
Al Jesús llegar, tenemos que recordar sus intenciones con dirigirse hacia el Templo. Hay diversos motivos por los cuales Jesús quiso llegar allí. Lo primero, el Templo, era un lugar sagrado para el pueblo de Dios. Era el lugar donde mayormente se llevaba a cabo la adoración a través de sacrificios y ritos establecidos. Por lo tanto, Jesus esperaba llegar allí, y encontrar adoración y sacrificio. El Templo también era lugar de Koinonia, donde el pueblo de Dios podía ir y orar, conocer a sus hermanos, tener experiencias grandiosas. Jesus también esperaba llegar allí y encontrar compañerismo, El esperaba verlos orando los unos por los otros. El Templo era tambien un lugar de recibimiento, a pesar de que era mayormente para los Judíos, hubo una sección conocida como el Atrio de los Gentiles, esta es la sección en particular en la cual ocurre este suceso, alli se les permitía llegar y observar de lejos. Por lo tanto, Jesus también esperaba poder ver allí gentiles siendo recibidos, con la esperanza de que su necesidad espiritual fuera saciada. Estas razones son más que suficiente para que al Jesús llegar El pudiera tener gozo y ver con sus propios ojos el esfuerzo de Su Pueblo. Es menester hacer una pausa y meditar, tal resultado es el mismo que Cristo espera hoy dia, que cuando Su Mirada está puesta sobre Su Pueblo y las Congregaciones, Él pueda ver el Fruto de nuestra labor, personas necesitadas siendo liberadas, gozo y alegría entre Su Pueblo, aun ante tiempos de tormenta. Si Cristo pasara por nuestros Templos, que sería lo primero que Sus Ojos verían? ¿Se encontraría con negociantes y cambistas? O lograría identificar intercesores y siervos de lo Alto.?
Al llegar, Jesus se lleva la sorpresa (aunque en realidad ya El sabia lo sucedido al ser Omnisciente), de que el resultado era totalmente opuesto a lo que Él esperaba. El lugar de suplir la necesidad espiritual, se había convertido en un lugar donde muchos buscaban llenar sus bolsillos. Allí habían cambistas y negociantes que vendían diferentes cosas tales como animales para sacrificio y materiales diferentes. Cada cual podía traer su animal para sacrificio con el riesgo de que este pudiera ser aceptado, los negociantes vendían animales adecuados para sacrificio pero a un precio sobre elevado. Los cambistas, conociendo que el dinero extranjero no debía ser utilizado para el templo, aun así lo ofrecían y negociaban con el mismo. Que ironía, los negociantes vendían animales de sacrificio, sin ellos dar su propio sacrificio. Imagínese llegar a tal lugar, cómo reaccionaremos? En realidad no tenemos que estar allí para saber, pues hoy día se vive la continuación de tiempos donde muchas mesas y templos se han llenado de Comercio y no de Servicio. Cualquiera diría, no pero Jesus no debió haber volcado las mesas, no se supone que El sea de Amor y Gracia? Bueno, es cierto, al Jesús volcar las mesas, Su Gracia fue manifestada, pues lo que tales hombres merecían, era mucho más que ser expulsados y volcar sus mesas, estos merecían no tener oportunidad a redención. En la Cruz vemos a un Dios de Gracia, pero aquí también lo Vemos. Él no los consumió cómo El pudo haber hecho, El solo volcó las mesas con la Autoridad que le pertenecía, pero también sabiendo que su Acto en la Cruz, volvería a poner las Mesas en Su Lugar y traer Bendición de vuelta a los Templos. Igualmente, somos una Iglesia de Gracia y Amor, pero sabe algo, es necesario que de vez en cuando revisemos nuestras mesas, y si hay que volcarlas para luego ponerlas en su lugar, debemos de tomar tal acción sabiendo que Cristo recibe al Contrito y Humillado, pero también Expulsa al Blasfemo y al Soberbio.
No podemos pasar por alto puntos fundamentales en tal suceso. Jesus no solo Volcó las Mesas, sino que también Expulsó aquellos Negociantes. Una cosa es Arreglar el lugar, y otra cosa es Ocuparlo correctamente. Jesus sabía que para que el necesitado pudiera llegar, los innecesarios tenían que ser removidos, pues ellos ocupaban el lugar que los necesitados vendrían a tomar. Recordemos, este era el Atrio de los Gentiles, era su lugar, era para verlos ser transformados. Así como muchos fueron Expulsados, aun mas fueron Bienvenidos. Es necesario expulsar los Negocios, para dar Bienvenida a la Bendición. No la bendición basada en dinero, sino en corazones satisfechos, donde aun cuando no hay dinero, hay esperanza, hay fe, pero sobre todo, hay Amor. Si alguien quiere saber donde hay Bendición, solo busque hallar aquellos en quienes reside la Fe, la Esperanza, y tambien el Amor.
Que Dios libre nuestra generación de cometer tal error, tristemente hemos visto congregaciones que han permitido lo impuro, negociantes disfrazarse de Cristianos, incrédulos disfrazarse de Discípulos, entre tantos otros… Pero tal enseñanza nos recuerda; “La Mesa del Templo no es para los Negociantes y sus Bienes, es para los Enfermos y Sus Necesidades.” Si damos un viaje por el AT, recordamos cuando David extendió misericordia hacia la vida de Mefiboset, trayéndole a la mesa del Rey, para que allí él comiera y su necesidad fuera saciada. Al Jesús llegar al Templo, Él esperaba encontrarse muchos Mefiboset siendo alimentados, más encontró muchos Mefiboset siendo Rechazados, y muchos Balaames siendo Prosperados. Hemos permitido que muchos Baalam ocupen el lugar de Mefiboset. La Mesa no es para que Baalam gane mas Dinero, es para que Mefiboset sea Alimentado. Volvamos a darle la bienvenida a los cojos, enfermos, paralíticos, los cautivos, aquellos al borde de la Muerte que necesitan el Agua de Vida. No pasemos por alto, la Mesa representa Necesidad, pero también Provisión. Pues hay uno que siempre está en el Templo preparando la Provisión, pero también Sentado en la Mesa listo para Distribuirla. Debido a tal razón, es que luego de volcar las mesas y expulsar los negociantes y cambistas, ¿quienes vinieron?, los cojos, ciegos, entre otros… y estos fueron curados y sanados por el Poder de Cristo. Cristo nos recuerda una vez más, la Provisión de Dios es para el Hambriento y Sediento por Justicia, al Puro de Manos y Limpio de Corazón, al del Corazón Contrito y Humillado, aquellos que dicen “Hjio de David, ten misericordia de mi.”
Reflexionemos, ¿qué hay en nuestras Mesas? Estaremos cediéndole lugar a Balaam, o estaremos en busca de Mefiboset?. Es tiempo de Volcar nuestras Mesas y Sacudir nuestros Corazones, para asi Conservar la Provisión de Cristo, pero tambien Distribuirla correctamente.
Vuelvo y reitero; ¿Qué hay en Nuestras Mesas? Para reflexionar……
"La Mesa no es para que Baalam gane mas Dinero, es para que Mefiboset sea Alimentado"
Autor: Jorge Colón
theoreihub@gmail.com
2.01.2025