Idolos Camuflajeados

Josué 24:23 – Quitad, pues, ahora los dioses ajenos que están entre vosotros, e inclinad vuestro corazón a Jehová Dios de Israel.

En una ocasión, logré escuchar una conversación entre un Pastor y una oveja de su congregación. El Pastor, preocupado por la ausencia de su oveja la cual no había asistido a ningún servicio por más de tres meses, decidió convocar una reunión. Con gran amor le expresa, cuéntame, porque no te hemos visto en los servicios, sabes que te extrañamos. Amado Pastor, respondió la oveja, es que he estado más ocupada que nunca, comencé un negocio por mi cuenta el cual toma casi todo mi tiempo, las finanzas me agobian y toman casi toda mi mente, y en el poco tiempo libre que tengo, me gusta quedarme en mi hogar relajada mirando la televisión o buscando entretenimiento. Tampoco he logrado orar y leer mi Biblia como solía hacerlo, pero confío que El Señor entiende mi situación y Él está conmigo. El Pastor le responde, me parece que tienes ídolos bajo el apodo de responsabilidades y pasatiempos. Lo que antes eran añadiduras, hoy se han convertido en tu Dios, y el Dios el cual antes Le servías, se ha convertido en un amuleto abandonado.  Solo Para Reflexionar…. 

Es imposible leer esta breve historia y no ver el reflejo del Pueblo de Israel en sus tiempos Bíblicos. Pero también es imposible no ver el reflejo de nuestra generación actual. Para describir la condición de Israel, el profeta dijo lo siguiente: Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. A pesar de que Dios constantemente iba delante y detrás de Su Pueblo para morar en sus corazones, ellos continuaban negandole, y postrándose ante ídolos. Un gran mal de este pueblo, fue su desenfrenado esfuerzo de construir ídolos y cisternas rotas, y dedicar sus vidas a lo material, y a sus pasiones carnales. Jehova les ofrecía Llenura Espiritual, pero ellos perseguían la Sequía Terrenal. Pues aun al construir un sinnúmero de cisternas, carecían del Agua de Vida. De nada vale tener muchas cisternas, si no tenemos suficiente agua para llenarlas. Una cisterna sin agua, pasa a ser un simple agujero o piedra, pero donde hay Agua de Vida, entonces hay una vasija, siendo llena y moldeada. 

A veces pensamos que este pueblo ha sido el peor de la historia aun con todo lo que Dios hizo por ellos, pero al compararlo con nuestra generación, ambas flaquean de la misma pierna. Vivimos un mundo tan ajetreado, donde hemos levantado ídolos dentro de nuestros corrales. Estos ídolos toman la mayoría de nuestro tiempo, atención, pensamiento, y abundan en nuestra vida de tal manera que han llegado a ocupar el lugar de Dios. No solo toman nuestro tiempo, abundan en todo nuestro ser. Entre tantos que pudiéramos nombrar, el entretenimiento, el exceso de trabajo, adicción a las redes sociales, fornicación, pasatiempos, entre otros… Cada uno de estos ha logrado colocarse en el trono de muchas vidas donde Dios es ahora un amuleto el cual pueden tomar y soltar cuando deseen, mientras continúan abrazando a su ídolo. Cuántas veces hemos dejado de escuchar la voz y sentir las caricias del Espíritu Santo, por continuar abrazando a nuestros ídolos. 

La idolatría, no es solo pecaminosa, también es silenciosa y sagaz. Tanto en la Biblia como en la actualidad, a pesar de que muchos ídolos fueron levantados y creados como nuevos dioses los cuales podían ver y tocar (La estatua de Oro, etc..), hemos visto que muchos ídolos han sido exitosos debido a que no se presentan con su verdadera identidad, sino tras un camuflaje. Si estos ídolos se muestran como lo que son, muchos lograrian evitarlos, pero si se presentan tras un camuflaje, pueden confundir, y disfrazarse de añadidura, pero convertirse en una prioridad. He aquí uno de los grandes retos de esta generación, el mundo nos ofrece un sinnúmero de opciones las cuales son presentadas como pasatiempos, beneficios, entretenimiento, nuevos descubrimientos, y la mayoría de estos son gratuitamente, sin embargo, siempre hay un costo, y una meta que quieren alcanzar. Las redes sociales quieren nuestro tiempo, los filtros, quieren nuestra imagen, las corrientes, quieren nuestra identidad, el dinero, quiere nuestro corazón, y el Enemigo, quiere el alma. Todo tiene un costo, y estos comienzan queriendo ser parte de ti, hasta que pasemos a ser parte de ellos. El Proverbista en una ocasión dijo; sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida. Un Mundo que regala su corazón a los ídolos, necesita una Iglesia que preserve su corazón para su Señor. Donde habita el Señor de Señores, no habrá espacio para ídolos, y todo ídolo que se levante en Su contra, terminará perdiendo su cabeza como Dagon. Es tiempo de dar muerte a nuestros ídolos. 

Es inevitable reflexionar en este tema y no mencionar a un hombre llamado Daniel. El cual aun viviendo en Babilonia, Babilonia nunca vivió en él. Él oraba tres veces al día, y eso de por sí es impactante, pero me fascina notar que cuando oraba, oraba con sus ventanas abiertas en dirección al templo. La cultura de ese entonces nos demuestra lo importante que era el templo para ellos y lo veían como un lugar donde Dios habitaba. Era común que oraran en dirección hacia el templo en señal de que sus oraciones, eran dirigidas hacia Dios. Todo aquel que tiene un Señor, lo busca de frente, y no le da sus espaldas. Esto es algo que la idolatría busca corromper, pues todo el que tiene un ídolo, tendrá que mirarlo para adorarle y buscarle, y al realizar esta acción, le estaremos dando nuestra espalda a Dios, ya que nuestros ojos ahora están puestos en algo o alguien diferente. El peligro de la idolatría no es solo que adoramos/vivimos para un dios falso, sino que esto provoca que se le dé la espalda a Dios. La invitación de Dios es a buscarle Cara a Cara, sin terceros, sin muros, sin obstáculos, El Señor quiere que le miremos, que le hablemos, que le escuchemos, que pensemos en Él, pero sobre todo, que vivamos para Él. Con gran amor, Su Hijo decidió romper el velo del templo y abrir el acceso para que se pueda buscar a Dios libremente como quien Él es, Rey de Reyes y Senor de Senores. No rechacemos un privilegio que le costó la vida a nuestro Redentor. El Señor nos exhorta urgentemente a huir de los ídolos, a guardarnos de ellos, a identificarlos, pero sobre todo, a darles muerte. 

La idolatría siempre resultará en muerte, o removemos y le damos muerte al ídolo, o el ídolo eventualmente nos dará muerte a nosotros. 

#CaraACara

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