Prosperidad vs Bendicion!
Prosperidad vs Bendicion
Génesis 1:27 - Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
En una ocasión…. conversaban dos ancianos caminando por su vecindario. El Anciano Jose le comenta a su vecino Joaquín lo siguiente, ves todas esas casas, ninguna se compara a la mía. La construí hace años con mis propias manos, tiene tres pisos, un gran espacio, comodidades y artefactos de lujo. Estoy seguro que es la casa más fenomenal de todo el vecindario. Joaquín asombrado por su comentario le dice lo siguiente, ¿ves aquella casa en la esquina? Jose le responde, sí claro, debe de ser de alguien de escasos recursos pues es muy pequeña y sencilla. Joaquin le responde; esa es mi casa, he preferido tener una casa sencilla y quizás un poco vacía, a cambio de poder llenar mi alma y corazón. No seré un hombre muy próspero, pero si soy un hombre muy bendecido. Bendecido no es aquel que tiene grandes posesiones, bendecido es aquel que su Alma no pertenece a posesiones o cosas materiales, sino que vive en Libertad porque su Alma le pertenece a Dios. La vida no consiste en ser Prospero, sino en ser Bendecido.
Tal como la historia narra, tenemos una generación que enfrenta una de las más grandes herejías de todos los tiempos, esta herejía lleva el nombre de “Evangelio de la Prosperidad.” Es alarmante ver como diversos predicadores han perdido el enfoque, conocidos maestros hoy día han cambiando el mensaje. Solo hablan de todo lo que Dios puede otorgar financieramente y no espiritualmente. Solo hablan de las cantidades de dinero necesarias para que el Señor imparta bendiciones. Junto a los avances tecnológicos y múltiples medios de comunicación, se ha buscado vender la Palabra del Senor y ser de bendición para otros siempre y cuando obtengamos algún beneficio de ellos. Son tantos los servicios y eventos evangélicos que son llevados a cabo más bien por el dinero que se recauda y no para suplir una necesidad espiritual, donde la Salvación aun no habita. Con lágrimas en los ojos expresamos lo siguiente: La Salvación, un Regalo Gratuito del Senor, hemos alterado su Significado, y hemos pasado a venderla a cambio de Dinero y Prosperidad.
Entre los orígenes de esta Herejía, claramente vemos el amor por el dinero. No es por casualidad que la Palabra lo confirme como uno de los peores males del hombre. Hubo profetas que cambiaron el mensaje por dinero, hubieron sacerdotes que se robaron las ofrendas, pero sobre todo, hubo un Judas que traicionó a Jesus a cambio de dinero. Muchas veces, la prosperidad tocará tu ventana, pero para ser alcanzada, esta requerirá que entres en el cuarto de la traición.
Pero mucho más que este deseo carnal, en muchas ocasiones hemos fallado en definir correctamente el término “bendició"én, luego de Dios crear al hombre, luego de haber realizado toda la Creación, no fue hasta que todo fue creado, que entonces Dios decide Bendecir al hombre. El hombre no fue bendecido cuando Dios colocó un Jardín a su lado, ni cuando lo rodeo de animales, ni cuando le dio su pareja, el hombre fue bendecido cuando Dios decidió llenarlo de Favor y Gracia. Cuando definimos este término en su original en el hebreo/arameo, (idioma en el cual el AT fue redactado mayormente) vemos que entre sus definiciones se encuentra la siguiente frase: “ser lleno.” Cuando Dios bendijo al hombre, ya él tenía todo lo material que necesitaba y un lugar donde vivir. No fue una bendición física, fue espiritual, el hombre necesitaba ser lleno de Favor y Gracia. Pues ya Dios sabía lo que el hombre más tarde viviría, ya Dios sabía que una Cruz lo estaba esperando años más adelante, pero ya desde el principio, Dios le dio al hombre lo que más podemos necesitar, y esto siempre será, la bendición de Dios.
Si tan solo nuestra generación se preocupara más por ser bendecida y no prosperada, viviéramos en un mundo totalmente diferente. Muchos hemos dejado de enfocarnos en lo que realmente necesitamos, por ir tras todo aquello que deseamos. Ser Cristiano no consiste en alcanzar Prosperidad, sino en obtener la Bendición de Dios. Los grandes héroes de la Fe, no dejaron un legado de Prosperidad, sino de Bendición. No fueron conocidos por sus miles de dólares en un banco, sino por toda lágrima derramada, todo mensaje predicado, toda iglesia plantada, todo esfuerzo misionero, todo aquello que realizaron no enfocados en un beneficio, sino enfocados en la Gracia que les ha sido impartida. Pues la Palabra nos dice: “dad por Gracia, lo que por Gracia hemos recibido.” No podemos dar por Gracia pensando en Prosperidad, la Gracia es un Regalo Gratuito, y si se le pone precio, ya no es un Regalo, ahora es un negocio.
Para Reflexionar….
Nuestra generación no será llena en alma, mente, cuerpo y Espíritu hasta que no decida buscar y vivir en la Bendición de Dios. La prosperidad puede llenar cuentas bancarias, estados financieros, hogares, carros, entre tantos, pero nunca podrá llenar el alma del hombre. Es solo la Bendición de Dios, aquello que llena al hombre por completo. La Bendición no vacila, pues llena nuestro corazón, nuestra mente, y no tan solo nos llena, sino que también nos impulsa a impartir a otros para que ellos también puedan ser llenos.
No busquemos ser una Generación de Prosperidad, busquemos ser una Generación Bendecida. Aquella que recibirá por Gracia, pero también impartirá por Gracia.
"La Salvación, un Regalo Gratuito del Señor, hemos alterado su Significado, y hemos pasado a venderla a cambio de Dinero y Prosperidad.”
Autor: Jorge C.
jorge.colon8@upr.edu
1.06.24