Un Legado Escrito!

2 Timoteo 3:16-17 - Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

En una ocasión, conversaba un par de hermanos en la sala del hogar de su difunto padre. Allí, con lágrimas en sus rostros, buscaban meditar y recordar los hermosos momentos vividos antes de su partida. Uno de ellos le comenta al otro, sabes, aun conservo cada llamada y cada mensaje de texto que recibí de parte de nuestro padre. Eran muy breves pues él no era muy tecnológico, pero aun así, son muy importantes para mi. Su hermano le responde al decirle, sígueme un momento; y procede a llevarlo al sótano del hogar el cual ellos apenas habían visitado. Allí, entre tantas cajas y viejos artefactos, él comienza a mostrarle un cajón el cual estaba lleno de letras redactadas por parte de su padre. Algunas hablaban de sus años de juventud, otras de la historia de la familia, y otras, eran dedicadas a sus hijos brindándoles consejos para aquel día que él ya no estuviera en la tierra. Sorprendido por tal hallazgo, su hermano ahora responde, pensé que tenía una joya en mis manos al guardar sus mensajes, pero ahora que tengo sus cartas, he hallado un gran tesoro. Nada mejor que poder apreciar aquel legado que nuestro Padre nos ha dejado con su propio puno y letra. Guardemos estas cartas no como un recordatorio o un simple escrito, vamos a leerlas, meditar en ellas, y sobre todo atesorarlas, pues hemos hallado, un gran tesoro. 

Debido a los avances tecnológicos y la diversidad de métodos de comunicación con los cuales hoy día contamos, nuestra generación ha pasado por alto el gran significado de una carta o un documento escrito a puño y letra. Recuerdo como el recibir una carta era visto como algo tan emotivo y significativo, las leíamos rápidamente y buscábamos responder con el mismo vigor con el cual no las hacían llegar a nosotros. Las cartas y documentos físicamente escritos pueden llegar a ser un método de comunicación tan personal el cual en muchas ocasiones, es posible sentir el corazón del autor a través de cada palabra y letra. En contraste, es fácil esconder emociones en un mensaje de texto, es fácil proveer una falsa sonrisa tras un emoticono, aparentar estar bien cuando en realidad podemos estar sintiendo un vacío. Es fácil llenar una persona de halagos tras mensajes y publicaciones en redes sociales, y aun así, no llegar al corazón del necesitado. Nuestra generación ha intercambiado gestos y sonrisas por fotos y emoticonos, mientras que la comunicación personal ha sido intercambiada por el mundo digital. Ya no hay cartas, no hay legado escrito en tinta, todo habita detrás de una pantalla. Miles de personas envian cientos de mensajes de texto, pero aun siguen en soledad (Para Reflexionar.....). Hay gran necesidad que no será alcanzada y resuelta tras una pantalla o un mundo digital, sino que esta necesita un acercamiento personal donde el necesitado pueda ver la verdadera intención de la ayuda, y el corazón del ayudante. 

Es interesante meditar en este tema, y ver como la Biblia nuevamente habla a nuestras vidas. Dios, siendo el Creador de todo el Universo, se comunicó con la humanidad a través de los años de diversas maneras. En el Eden, hablaba con Adan y Eva con Su propia voz, a Moises, le hablaba como si estuvieran Cara a Cara, otros tuvieron grandes sueños y visiones, muchos escucharon ángeles de lo alto. Otros, pudieron escuchar a Jesus mismo durante Su tiempo en la tierra. Sin embargo, Dios decidió dejarle al mundo un gran Legado a través de Su Palabra Escrita. Dios pudo haber entregado este Legado en la manera en la cual Él quisiera, pero aun así, Él decidió entregarlo a través de Libros y Cartas Escritas. Dios pudo haber gritado como trueno, pudo haber escrito en piedras de nuevo, pudo haber enviado un libro del cielo, pero aun asi, El decidio a traves de Su Espiritu Santo transmitir de Su Propio Corazón, cada palabra a las mentes de cada autor de los libros de la Biblia. 

Dios utilizó un sin número de autores a lo largo de cientos de años, diferentes culturas, diferentes personalidades, diferentes escenarios y contextos, pero fue Un Mismo Corazon hablando a traves de ellos. La Biblia, es el Libro más Completo y Transformativo en la Faz del Universo. Cada libro, cada verso, cada capítulo, armonizan tan perfectamente mostrando que es imposible que Su Autor difiera. Fue redactado con tal amor que el Autor se aseguró que cada vez que lo leamos, podamos sentir Su Corazón, Su Poder, Su Gracia, pero también Su Santidad, Su Juicio, la Urgencia con la cual este Legado tiene que ser abrazado y vivido. A través de la Biblia, el Espíritu Santo nos guía a escuchar y entender la Voz de Dios, pero también nos lleva a encontrar y refugiarnos en Su Amor. Es imposible leer la Biblia y no sentir el corazón de Dios, no escuchar Su Voz, no entender la urgencia con la cual debemos vivir conociendo que Su regreso es certero y este Legado es necesario para permanecer en Él. Así como una carta puede decir mucho más de lo intencionado, la Biblia nos brinda un Legado, pero también nos revela Su Autor.  Hay un Legado esperando ser leído y vivido, pero también existe un Autor esperando ser conocido. 

Es importante notar, nada malo con utilizar los métodos digitales de comunicación, ni las redes sociales, y mucho menos con utilizar nuestra Biblia a través de aplicaciones siempre y cuando no perdamos la intención de cada escrito y entendamos que estas son solo herramientas y que la Esencia de cada escrito viene del Corazón de Dios. Podemos comunicarnos de manera digital, pero no perdamos la habilidad de relacionarnos, de ser honestos y de apreciar la habilidad que Dios nos dio de poder ayudarnos el uno al otro y sobre todo, amarnos con el Amor de Dios. Pues toda la Biblia, a pesar de exhortar, corregir, reprender, alertas, y mucho más, todo lo hace bajo el Amor y la Gracia de Dios. 

¿Qué tal si volvemos a leer la Carta de nuestro Dios, y vivimos Su Legado?