Un Nacimiento de Gran Significado

El nacimiento de Jesucristo tiene un gran significado porque marca el comienzo del cumplimiento de la promesa de redención. Muchos solo se enfocan en el hecho de que este nacimiento fue de un niño nacido de una virgen – Sí, este hecho es importante, pero tomemos un momento para apreciar cómo este nacimiento conlleva una gran promesa para la humanidad completa.

Romanos 5:17 – “Pues el pecado de un solo hombre, Adán, hizo que la muerte reinara sobre muchos; pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su justicia, porque todos los que lo reciben vivirán en victoria sobre el pecado y la muerte por medio de un solo hombre, Jesucristo.”

Juan 1:9-14: Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos, venía al mundo. Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo no lo reconoció. Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron; pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios. Ellos nacen de nuevo, no mediante un nacimiento físico como resultado de la pasión o de la iniciativa humana, sino por medio de un nacimiento que proviene de Dios.  Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de amor inagotable y fidelidad. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre.

Qué hermoso es que Dios, en Su amor infinito y Gracia inmerecida, le haya dado a la humanidad el regalo más grande de la historia. No merecemos un amor de esta magnitud porque somos individuos imperfectos que le fallamos constantemente. Lo que es más hermoso de esto es que Dios sabía esto de nosotros desde el principio (Lease Génesis 3:15 – una profecía de redención ya planeada) Este nacimiento vale la pena celebrarlo, apreciarlo y compartirlo con el mundo.

Como cristianos, no debemos perder el enfoque de aquello a lo que hemos sido llamados, que es alcanzar a las almas perdidas presentándoles el Evangelio de Jesucristo. Durante las fiestas y con el nuevo año acercándose, seamos intencionales y decididos con todo lo que hacemos, teniendo en cuenta a quién servimos y por qué le servimos.  Hay tantas personas que necesitan salvación, que no necesariamente se necesita un micrófono, un altar o un sermón para presentar el evangelio. Todo lo que hagas o digas debe reflejar a Jesús: tu testimonio puede decir mucho de Cristo, produciendo así un resultado similar al que Pablo y Silas experimentaron mientras estaban en la cárcel.

Hechos 16:25-30:  Alrededor de la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los demás prisioneros escuchaban. 26 De repente, hubo un gran terremoto y la cárcel se sacudió hasta sus cimientos. Al instante, todas las puertas se abrieron de golpe, ¡y a todos los prisioneros se les cayeron las cadenas! 27 El carcelero se despertó y vio las puertas abiertas de par en par. Dio por sentado que los prisioneros se habían escapado, por lo que sacó su espada para matarse; 28 pero Pablo le gritó: «¡Detente! ¡No te mates! ¡Estamos todos aquí!». 29 El carcelero pidió una luz y corrió al calabozo y cayó temblando ante Pablo y Silas. 30 Después los sacó y les preguntó:—Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo”

Notarás en el primer versículo donde se demuestra cómo Pablo y Silas estaban enfocados únicamente en Dios a pesar de la circunstancia. Permita que las navidades y el año nuevo tengan el mismo enfoque que produzca el mismo resultado, donde una persona necesitada se apresure a ti y te haga la misma pregunta que hizo el carcelero: "¿Qué debo hacer para ser salvo?" porque reflejaste a Cristo en todo lo que haces y hablas, ya sea en público o en privado. Nuestra meta siempre debe ser que nuestro testimonio atraiga a las personas a Cristo. Compartamos con el mundo que hace muchos años atras nació la promesa de la redención y es la razón por lo celebramos hoy.