Escapados, pero Encontrados
Filemón 1:8 - Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo; te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil, el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo
Filemón, una carta de la Biblia la cual es frecuentemente pasada por alto, contiene grandes tesoros y enseñanzas para nosotros como Iglesia. Es interesante ver como una carta “tan breve” puede abarcar tanto y representar nuestra condición espiritual del ayer, como también la del presente. Recordemos, mucho más que buscar Cantidad, Dios se enfoca en la Calidad. Quizás el hablar y meditar sobre un “Escape” puede provocar una reacción inicial de manera negativa, donde entendemos que el escapado comete tal acción debido a algo malo que hizo lo cual provocará consecuencias, y para evitar tales consecuencias, el decide escaparse, para así intentar hallar una solución o esperanza aún en la tormenta. Ante tal escenario, es muy alto el porcentaje de que el escapado termine aún peor de lo que estaba al poder ser hallado y ser juzgado no solo por lo que había cometido, sino también por haberse escapado. Esto sería el peor panorama por el cual un escapado pudiera atravesar, sin embargo, ¿que diríamos cuando un escape resulta en lo mejor de lo mejor? ¿cuando un escape resulta en Gracia y Misericordia? ¿Qué diríamos si durante un Escape, podemos notar que hay un Escapado, pero también un Intercesor? ¡Por encima de los errores de los Escapistas, existe un Intercesor dispuesto a Encontrarlos! Para Reflexionar….
Navegando un poco en el contexto, Pablo narra en su carta de manera breve, la historia de un esclavo llamado Onésimo el cual servía a su Amo, llamado Filemón. No nos cuenta mucho sobre la relación entre ambos, pero si sabemos que en la casa de Filemón era frecuente que hermanos se reunieron a dar cultos, pues Pablo confirma que Filemón era un hombre de Fe y conocía sobre Jesus. Es interesante notar este suceso debido a que sabemos que en tiempos del NT, era común la persecución, forzandolos a reunirse en hogares y lugares inusuales. Notemos que a la Iglesia Primitiva era difícil detenerla, en contraste, hoy en día, cosas de menor índole suelen detener a la Iglesia. Para Reflexionar… Tampoco podemos pasar por alto el hecho de que un hombre de Fe, tenía un esclavo en su hogar. Recordemos, para los tiempos bíblicos la esclavitud judia era diferente, muchos esclavos solian ser voluntarios para poder sostener a su familia o mejorar su estilo de vida, estos casos en particular no involucraban violencia o forcejeo como en la esclavitud Romana. Sin embargo, tal acto de Onésimo, aún al tener un Amo Cristiano, estaba sujeto a consecuencias muy serias, aún sin saber el delito en específico que Onésimo pudo haber cometido. Muchos piensan que él pudo haber robado algo, o haber roto algo en su hogar, o haber herido o lastimado a alguien cercano, la Biblia no especifica, pero si sabemos que había consecuencias a pagar. Tales consecuencias son las que llevan a Onésimo a escapar. De igual manera, el hombre a lo largo de la historia, siempre ha preferido escapar en vez de enfrentar sus consecuencias. Desde el Edén vemos el patrono, Adan y Eva pecan e intentan esconderse y salir corriendo, sin embargo, en Dios, no necesitamos un Escape, necesitamos un Acercamiento. Si tan solo los Escapistas supieran que a pesar de Dios poderlos Encontrar en Su Escape, El mas bien quiere Recibirlos en un Acercamiento, serían menos aquellos que Corren de Dios, y más aquellos que se Postran ante El. ¿Que haremos al fallar, huiremos o nos postraremos ante El?
Ahora bien, Onesimo jamás podría imaginar que tal Escape cambiaría su vida por completo. Podemos imaginar un Esclavo lleno de inseguridad, duda, ansiedad, tal como nos pasa cuando pasamos por los atavíos de la vida, pero aún en tal desesperante momento, había Alguien que él no podía ver, pero que sí estaba presente. En su jornada de Escapista, cuenta la historia que Onésimo terminó conociendo y llegando donde Pablo, el cual lo engendró en sus prisiones, y logra ayudarle a que también conozca al Señor Jesús. Hay muchos puntos a notar, ¿cómo pudieron haberse encontrado un Preso y un Escapista? Quizás Onésimo paso por el área, Pablo era un preso con ciertos derechos y tenía acceso a las afueras. Además, ¿qué confianza podía un Esclavo Escapado poner en un Preso? ¿Qué llevó a Onésimo a confiar en Pablo? Solo hay una respuesta, aún en la Escapada de Onésimo, había un Dios el cual velaba sobre él, un Dios que sabía de su Escapada, pero anticipó el panorama para un Encuentro. Quizás Onésimo pensó que al escapar la casa de su Amo, lugar donde se celebraban Cultos, el Dios de aquellos Cultos solo estaría en aquel Hogar, sin embargo, chocó la Omnipresencia de Cristo al poder conocerle aún en este momento de su vida. Tal parece, que a veces cuando el Hombre piensa ir en dirección opuesta a Dios, es cuando más cerca podemos estar de Él, el salmista decía, dónde huiré, a dónde podré correr de tu presencia? Tal cumplimiento es visto en la vida de Onésimo, aquel que pensó chocar con una Alternativa, terminó chocando con la Cruz de Cristo. Por lo tanto, estemos listos para conocer a Dios en nuestros cultos, en nuestra adoración, en nuestras campañas, pero sobre todo, también estemos listos en los momentos inesperados. La Cruz fue levantada en el Calvario, pero aún es posible chocar con ella hacia los Confines de la Tierra.
Pareciera que el Protagonista de la historia es Onésimo, sin embargo, hay que mirar más allá, Onesimo fue el Recipiente de tal regalo, pero el Protagonista es Aquel Intercesor, Aquel que lo llevó a conocer a Pablo, Aquel que brindó perdón y esperanza. Veamos cómo Dios trabaja en este asunto, al Pablo encontrarlo y conocer su historia, él también conocía a Filemón, quien luego siente la confianza de escribirle esta carta para pedirle que reciba a Onésimo no más como su esclavo, sino como hijo, como alguien perdonado, semejante a él. Pablo está seguro de que Onésimo es un hombre transformado, no sabemos cuánto tiempo pasó, sin embargo, tiene la confianza de escribir a su amo confiando en que Onésimo será obediente y honrará tal acción. Pablo, un prisionero, intercediendo por un Escapista, no debería Pablo primero pedir su libertad, antes de pedir la de otro? De igual manera, Jesus, siendo acusado, ¿buscó Su libertad antes de la de nosotros? He ahí el corazón de un Intercesor, aquel que intercede por otro, aun por encima de su propia libertad o voluntad. En esta historia, Pablo representa a Cristo, aquel que también nos encontró en nuestro Escape, pero que también estuvo dispuesto a Pedir al Padre, a nuestro Amo, que nos recibiera cómo Hijos perdonados. Todos hemos sido Onésimo, hemos corrido de nuestro lugar y de nuestro Amo, sin embargo, el Intercesor siempre ha dicho presente. Dios no ha dejado de Amarnos, de Bendecirnos, pero sobre todo, tampoco ha dejado de Interceder por Nosotros. En la Cruz no solo hubo un Redentor, sino también un Intercesor, Él dio Su vida por Nosotros, pero también Intercedió por nosotros. Es increíble ver lo que Dios hace por nosotros, Él nos bendice todos los días, nos Ama, nos Transforma, nos Encuentra, pero también Intercede por nosotros.
Nunca olvidemos los momentos donde nos hemos Escapado, pero tampoco dejemos de recordar los momentos que hemos sido Encontrados.
"En la Cruz no solo hubo un Redentor, sino también un Intercesor, Él dio Su vida por Nosotros, pero también Intercedió por nosotros."
Autor: Jorge Colón
theoreihub@gmail.com
2.26.2025